Tienes que ver Keep Your Hands Off Eizouken!
- Bombillasaurio
- 4 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 2 ago 2020
Hay ocasiones en la que no necesitas terminar de ver una serie para entender que estás en presencia de algo memorable. Ese el caso con Keep Your hands Off Eizouken!, anime que se encuentra actualmente en emisión y uno, si no es que el anime más interesante de la temporada de invierno.

El argumento, en su forma más simple es: Tres chicas quieren hacer anime. En sí mismo eso no suena particularmente interesante, pero las protagonistas de esta bizarra aventura no son cualquier cosa. Midori Asakusa tiene una pasión increíble por la animación y también es una artista conceptual muy talentosa, pero es incapaz de llevar a cabo sus ideas, Sayaka Kanamori es, básicamente, un gangster en el cuerpo de una preparatoriana larguirucha y es increíble lo que es capaz de hacer con tal de que se haga el trabajo. Por último tenemos a Tsubame Mizusaki, otra chica obsesionada con la animación y que sueña con convertirse en animadora sin embargo, sus padres le prohíben unirse a cualquier actividad relacionada con el anime. Es con el interés de Kanamori por obtener algún beneficio monetario y a pesar de la inseguridad de Asakusa y la prohibición de los padres de Mizusaki que las tres unen fuerzas para crear el club de cine y hacer eso que tanto les apasiona: Anime.
Las protagonistas de ésta historia podrían cargar con todo el peso de la serie por su cuenta, después de todo sus interacciones son muy entretenidas de ver y ofrecen diferentes perspectivas sobre cómo llegar a su meta, y contar así una historia sílice of life como cualquier otra. Pero tenemos a Masaaki Yuasa en el asiento de director de la serie y este hombre sabe dirigir. Cada episodio cuenta con alguna secuencia que transcurre dentro de la imaginación de las protagonistas y cada una de ellas está hecha con un cariño palpable. Es muy difícil no sonreír cuando Mizusaki entra en un estado de inspiración que se contagia entre el resto de personajes y la audiencia. Es difícil no sentirte en los pies de cualquiera de ellas, pues el diálogo así como la dirección de la serie ofrece lo suficiente para que empatices y te apuntes a las ideas que tienen las chicas.
La serie, en su relativa humildad, se engrandece y te hipnotiza con cientos de pequeños detalles que van desde las interacciones de los personajes, los gags, y hasta los efectos de sonido en los segmentos dentro de la imaginación de nuestras protagonistas; hechos casi exclusivamente usando los típicos efectos que hacemos cuando intentamos imitar un efecto de sonido solo con la voz.
Mantenido el tema de la hipnosis provocada por la serie, no puedo dejar de mencionar el increíble apartado artístico con el que cuenta. Cada uno de los personajes tiene un diseño memorable, incluso los secundarios tienen un diseño capaz de quedarse en tu cabeza (!Que ya hay cómics y fanart de la chica del club de arte¡). Y el escenario no se queda atrás, el instituto Shibahama es, en propias palabras de Mizusaki, un “calabozo” lleno de estructuras que se amontonan sobre sí mismas y edificios conectados por donde menos se espera, creando un laberinto indescifrable capaz de intrigar a cualquiera. Y las secuencias imaginadas por las protagonistas están animadas en un estilo de acuarela que se ve simplemente precioso, todas son, valga la redundancia, imaginativas y en más de una ocasión involucran la nebulosa de las tres trabajando en conjunto para crear aparatos, escenas o conceptos imposibles pero llenos de vida.
Otro aspecto que destaca a la serie es el nivel de autenticidad con el que se maneja la situación de sus protagonistas. Asakusa y Mizusaki están cargadas de presión en los capítulos donde empiezan a animar mientras que Kanamori malabarea las finanzas y el tiempo que les llevará hacer cada animación. Y no solo eso, sino que también se hacen esfuerzos para obtener los recursos básicos, los cuales van desde el papel especial para la animación hasta una computadora y el software necesario para agilizar el flujo de trabajo. La serie va tan lejos que explica en varios momentos qué se usa, por qué se usa y para qué se usa. Y los resultados que vemos en el capítulo cuatro son una maravilla con cientos de espacios para la mejora, pero una maravilla al fin y al cabo.
Al momento en que escribo estas palabras sigo sin encontrar una razón para no recomendar esta obra. Si eres un fan del anime, si te interesa la dirección, si buscas una serie llena de creatividad e ideas nuevas, si te interesa el proceso de animación, simple y sencillamente te debes a ti mismo ver la serie. Dirígete a Crunchyroll y comienza a ver Keep Your Hands Off Eizouken, te aseguro que no te vas a arrepentir.
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